jueves, 29 de noviembre de 2012

Robar y estafar al pobre legalmente





Es algo que no pasa de moda nunca. Siempre ha sido así y por ahí, se le escapa mucho dinero a todas las administraciones.

Estamos acostumbrados desde siempre a que legalmente se robe o estafe a los que menos tienen y lo que es más curioso, de forma legal y acariciando las lagunas del principio de la igualdad.

Y digo esto porque a muchos les habrá pasado el tener que pagar una dolorosa multa de tráfico por estar mal estacionado, por saltarse un semáforo o por exceso de velocidad por ejemplo, que en la mayoría de los casos, supera el 20, el 40 o el 60 por ciento de lo que cobra una persona. En el caso de un pensionista o de un mileurista, que hay muchos, daña gravemente la economía de esa persona en sí o de toda una familia afectándole gravemente.

Sin embargo, si esa misma multa recae en quien tenga un poder adquisitivo alto, le puede suponer un 0,1, un 0,2 o un 0,3 por ciento. Y a muchos de ellos, incluso menos, por lo que se pueden hasta reír porque no les supone absolutamente nada…

Ahora pasará lo mismo con las tasas judiciales, al igual como con todo, que para unos esa misma cantidad representa un mundo y para otros, no es nada de nada…

Esto se arreglaría tan adelantados como estamos, con unas simples tarjetas identificativas y por colores por ejemplo, para que las pueda usar quien le corresponda y esté en su derecho. Y así, cuando una persona con poder adquisitivo bajo, llena la cesta de la compra, cuando compra tabaco, un vehículo o alcohol, cuando va al fútbol, al cine, a comer a un restaurante o cuando vaya a donde sea y tenga que pagar por algo, paga los impuestos de esos productos, en relación a su poder adquisitivo. Y los ricos, los millonarios, los que pueden, que paguen lo que tengan que pagar, que seguro, en relación a lo que gana, aún así pagará mucho menos y le dolerá mucho menos el pagar, que a los que son más pobres o que ganan muy poco dinero.

Se debe de pagar en todo, según el poder adquisitivo de cada persona. Cualquier otra forma, ataca indirectamente al principio de la igualdad o bien, tal y como se aplica, está extorsionando y es totalmente injusto.

Cuántas cosas mal hechas y cuánto por arreglar…

6 comentarios:

  1. El tema de las tasas judiciales es tremendo. Injusto, a la vez que totalmente discriminatorio.
    Una gotita más para el vaso, que está a punto de rebosar...

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    1. Hola CreatiBea.

      Es totalmente injusto y además discriminatorio, porque eso hará que muchas personas que tienen motivo para poner una denuncia, no lo hagan por tener que pagar esas dichosas tasas. Pero si esas tasas representaran para nosotros, lo mismo que para un millonario, o sea, nada, no estaría mal que se cobraran en la cuantía acorde a lo que cobra esa persona.
      Aún así, con tal de aliviar a los juzgados en denuncias, han ido a pegar el bocado precisamente donde no deben, pues gracias a esas tasas, muchos delitos quedarán impunes.

      Gracias por tu comentario y tu visita. :)

      Besos.

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  2. Aparte de lo que comentas en el post, que tienes mucha razón (aunque lo de los distintivos no lo acabo de ver, sería fuente de otro tipo de estafas, seguro), otra cosa que está muy mal es que los verdaderos infractores siempre se quedan inmunes. Y no me refiero al desgraciado que se pasa por cinco miserables kilómetros por hora en un control (oculto casi siempre) de velocidad por radar, sino a esos grandísimos... [imagínate tú los calificativos] que se saltan semáforos, que te adelantan por la derecha, incluso a la salida de una rotonda (me ha pasado), los que se pegan a tu maletero, haciendo luces, esperando que les dejes pasar o que aceleres, cuando por las circunstancias no puedes, los que van a 80 km/h o incluso a más por vías urbanas plagadas de semáforos y de peatones, los que se atiborran a alcohol e incluso hasta drogas y luego cogen el coche... Podría seguir con más ejemplos, pero creo que ya me has entendido.

    En esos casos, en los que el imbécil se pone en peligro a sí mismo y al resto de personas, sinceramente, no me importa absolutamente nada su poder adquisitivo. Si se tiene que castigar, se castiga y punto. Otra cosa es que sea un descuido y que ocurra un accidente, pero los que van por la vida de fitipaldis deberían examinarse del práctico cada año mínimo, y cada vez que sea pillado haciendo de las suyas... Pero siempre tienen suerte y nunca son pillados.

    Debería haber un protocolo (si es que no existe ya, pero no se conoce por la gente), con el que poder denunciar a esa gente simplemente con comunicar su número de matrícula. No se trataría de que la Policía o la Guardia Civil lo detuviera al primer aviso recibido, sino de que si una misma matrícula es denunciada por varias personas diferentes, es que algo pasa con ese conductor.

    Esta claro que el sistema se tendría que perfeccionar vía ley, pero lo que tampoco puede ser es que cada día, yendo a trabajar, se juegue uno la vida porque a cuatro [pon el calificativo que te apetezca, en plural] les apetezca hacer carreras, y no circular, como hacen los conductores normales.

    Y con esta parrafada que te dejo, de deseo que pases unas felices fiestas y que entremos todos con buen pie en el nuevo año que se nos avecina.

    Un abrazo, socio.

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    1. Hola José, en cierta forma es verdad que esos locos son muy difícil de controlar y que cuando por fin la policía los detecta, es porque ya no hay solución y se han estrellado contra otro coche o han atropellado a algún que otro peatón.

      No estaría mal que existiera un mecanismo práctico para denunciar a esos temerarios y que contara esa contribución ciudadana o que al menos la tuvieran en cuenta para que les hagan una vigilancia más exhaustiva.

      Y el problema no es que haya uno o dos, sino que hay muchos que son un peligro constante y como bien dices, siempre hay alguno que te hace alguna faena rara de saltarse un semáforo o de adelantar peligrosamente sin importarle el riesgo que conlleva para él y para los demás.

      Lo de las tarjetas es a modo de ejemplo de que se podría hacer algo, muchas cosas... Hoy día hay muchos medios y formas para que las cosas funcionen o que al menos sean lo más justas posibles para todos, pero me consta de que no están por la labor y que les da igual saquear al pobre o al que menos tiene. A los poderosos ni los tocan, porque son de su mismo gremio y no tiran piedras sobre su propio tejado.

      Felices Fiestas, las que quedan ya socio, que ya nos queda solo el Roscón. :)

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  3. Típico ya se esa volviendo como una tradición nacional.

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  4. Este tipo de cosas son sin principios y sin sentido de sujeto social.

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