miércoles, 27 de mayo de 2009

Los privilegios de nuestras vidas y el ocaso de otros


Foto de Patrick Farell, miembro del The Miami Herald

Si algo me gustaría saber es si nos conformamos con lo que tenemos, con lo que somos, con la vida que llevamos.

Y pensamos si hubiera hecho esto o aquello, ahora la vida sería diferente, pues tendríamos otra profesión, otra pareja, otros hijos, otra economía...

Simplemente por nacer en un lugar u otro nuestras vidas habrían cambiado, nada sería igual, conoceríamos a otras gentes, hablaríamos otras lenguas, pasaríamos o no hambre, viviríamos o no guerras, profesaríamos otra religión, otras costumbres, otros hábitos...

Pero al parecer, hemos tenido hasta la gran suerte incluso de haber nacido en estas décadas y si estás leyendo esto que pongo aquí, tienes acceso a la tecnología, a los avances de la humanidad, por lo que te debes de sentir dichoso y privilegiado.

Podemos mirar hacia arriba y ver a todos aquellos que tienen grandes casas de lujo, vehículos de gran cilindrada, un gran poder adquisitivo, un nivel de vida envidiable y nos gustaría que nos tocara una indecente cantidad de dinero para copiarlos en parte.

Si miramos hacia el frente y vemos los que viven como nosotros, con una economía similar, podemos apreciar en que nos gastamos más o menos, si en ropa, en coches, en salir, en viajes...

Si miramos hacia abajo y vemos como viven los que están peor que nosotros, con carencias de todo tipo en la alimentación, en sanidad, en economía, en seguridad, etcétera, apartamos la vista.

Y si miramos mucho más hacia abajo y vemos a esas personas que mueren de hambre y sed, que soportan guerras, que viven huyendo porque cuando pasan los soldados o guerrilleros los matan, apartamos también la vista.

No, no es una crítica hacia vosotros, yo también aparto la vista, yo tampoco hago nada o lo que hago es algo así como hizo Pilatos, lavarme las manos e insuficiente.

O me contento con ayudar a ciertas ONG,s. como MSF, FVF y UNICEF.

Que por supuesto no está mal, porque si de cualquier ayuda que se mande eso sirve para quitar la sed o el hambre a un niño o ponerle una vacuna o pueda ser atendido para salvarle la vida, ya es... pero a la luz de que siguen muriendo personas inocentes, es muy poco, insuficiente...

Seguimos sin arreglar nada, muchas personas siguen muriendo de hambre y cada vez nos acordamos menos de ellos, porque ahora, nuestra situación económica está mucho más debilitada con la crisis y la mayoría ya no tenemos ni un pensamiento para aquellos que están ahí esperando que hagamos algo por ellos, cuando permanecemos impasibles sin forzar a nuestros gobiernos a que de una vez por todas actúen en consecuencia y eviten, que semejantes nuestros, sigan muriendo en las peores condiciones de vida.

Por cierto..., se desvanecen las ilusiones que muchos teníamos puestas en Barack Obama, otro más a englosar la lista de los que pueden y no hacen nada por la humanidad.

Európides.