Poémides


Alguien derramó una lágrima triste que al caer,
rozó suavemente a otro ser,
quedando éste prendido por la llama del amor.

Su corazón ya no era suyo,
lo acababa de regalar a esa persona que sin conocerla,
iba a ser parte para siempre de su vida.

Enciende esa llama e ilumina tu cara con la tenue luz de la vida, porque con el amor,
la harás resplandeciente y eterna...
 

2 comentarios:

  1. Hola cuñado!!! aprovecho este espacio para felicitarte por la publicación de tus poemas, recuerdo un día en tu casa en el que me enseñaste algunos de ellos, y me sorprendio mucho ya que desconocía esta faceta tuya, ahora que he podido leerlos tranquilamente, reconozco el gran potencial que tienes, y me alegra que lo hayas llevado adelante, de todo corazón te felicito por ello, muchos besos de tu cuñada Esther.

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  2. Hola Esther. Acabo de ver tu comentario por casualidad, pues no esperaba encontrar aquí ninguno y hacía tiempo que no entraba por aquí.

    Muchas gracias por lo que dices y por tu felicitación que me hace sentir especialmente bien. Eso ayuda y te alienta a seguir escribiendo para intentar sacar algunos trabajos buenos. Así, que intentaré no defraudar y publicando de vez en cuando los que voy sacando para adelante.

    ¡Muchos besos Esther...!
    Agustín. :)

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