Queda demostrado que ha sido
un gran error el dejar en manos de los políticos el devenir de todos los
ciudadanos.
Los políticos solo tratan de beneficiarse y nada más que fomentan las medidas que les sirvan de privilegios y que les permitan robar y delinquir sin control.
Falló la democracia y falló
el sistema. Los niveles de corrupción alcanzan límites a los que nunca se tendría
que haber llegado y ahora, se hace imposible un cambio porque los políticos lo
tienen todo muy bien amarrado.
Han secuestrado a la democracia legalmente y me temo, que nunca saldrá un político honesto que quiera que cambien las cosas, que esos despilfarros, esos atracos, esos privilegios y esas pretensiones, desaparezcan…
Európides