domingo, 23 de noviembre de 2008

Errores Bush



Errores Bush

Tras la invasión de Irak al emirato árabe de Kuwait y bajo el mandato de la ONU, comenzó la primera guerra del golfo pérsico.

Muchos países encabezados por Estados Unidos dieron respuesta a la invasión iraquí consiguiendo unos míseros objetivos que sólo lograron mermar en parte la capacidad bélica de Irak y el afán expansionista de Saddam Hussein. Y por supuesto el consabido embargo por el cual los iraquíes pasaron serias y duras penalidades.

El castigo no acabó ahí y durante la década de los noventa hubieron diversos bombardeos a modo de castigo por el incumplimiento e incluso las amenazas vertidas por el dictador iraquí.

Fue ya en el año 2003 cuando Estados Unidos y su leal socia Gran Bretaña, declararon la guerra a Irak, con la certeza de que Irak disponía de armas de destrucción masiva, de que estaba vinculada a Al Qaeda e incluso de que guardaba estrecha relación con los atentados terroristas del 11S.

Esta contienda creo un clima de disconformidad y no fue apoyada por la mayoría de los países aliados y otros que también participaron de una u otra forma en la Operación Tormenta del desierto de 1990. Muchos de estos países ya no encontraban una razón lógica para invadir Irak, ni para derrocar a Saddam Hussein, aunque posteriormente e incluso hasta nuestros días hayan participado en misiones conjuntas de paz.

Esta declaración de guerra de Estados Unidos y los continuos bombardeos, provocaron la mayor manifestación mundial histórica en contra de una guerra.

Al margen de esta introducción y centrándome en el título que he puesto les hablaré de los grandes errores cometidos por los Bush. Errores tan grandes como los que cometieron Napoleón y Hitler al intentar invadir Rusia, que les llevó a la hecatombe y a su final.

Un grave error de Bush padre y de la ONU, fue que con todo el apoyo que contaba no terminó el conflicto Bélico con el derrocamiento del dictador e hizo pagar las consecuencias al pueblo iraquí, uno de los grandes perjudicados, pues probablemente al dictador no le faltaría de nada en detrimento de su pueblo que pasaba hambre, penurias y necesidades.

Podrían haberlo hecho así, derrocar al dictador y a sus secuaces tras la rendición y haber creado unas medidas pacificadoras y estabilizadoras para que hoy, fuera un país democrático y con recursos, levantado e impulsado por su propia sociedad y que sería un ejemplo de vida para el resto de los países de la zona. Pero esto no ocurrió...

Busch hijo, motivado por los atentados terroristas, las continuas provocaciones del régimen iraquí y la creencia de que disponían de armas de destrucción masiva, intentó en parte terminar el mal trabajo realizado por su padre y se involucró en la tarea de derrocar a Saddam Hussein, tarea que consiguió, pero con un error mayor que el cometido por su padre o el mismo, no acabar el trabajo comenzado.

Si Bush padre en su momento hubiera luchado hasta las últimas consecuencias de derrocar al dictador, con el apoyo de todas las potencias mundiales y de la ONU, hoy Irak sería un país totalmente diferente y la economía mundial no se hubiera resentido tanto como lo está ahora.

Y es que, ese error llevo a otro error, el de su hijo, que al margen de derrocar a Saddam, no supo aprovechar las circunstancias para haber cortado cualquier resurgir de hostilidades.

De nada ha servido derrocar al dictador, el pueblo sigue pasando hambre, son víctimas de acciones terroristas y asesinatos, se encuentran en un país destrozado y cuentan con la desgracia de muchos familiares muertos y un incierto futuro.

Pero todo eso no es culpa de ellos. De Saddam, por supuesto, de la ONU, por supuesto. Y de los errores de los Bush, lo anteriormente expuesto, los militares estadounidenses fallecidos y otros muertos o mutilados, el alto coste, el alto precio del petróleo, la crisis mundial e incluso el odio de los fundamentalistas.

Y ahora les diré cuales fueron los grandes errores de Bush hijo...

El primero que ya hemos comentado antes, el no contar con todo el apoyo internacional, que dividió a muchos países entre ellos, e incluso a los países internamente según las tendencias de cada sector político y causando malestar y rechazo a nivel mundial.

El segundo error, el mas grave, es un error puramente político, que se comete y se seguirá cometiendo, que es el terminar las guerras cuando a ellos les da la gana. Ese es el mayor error, el que nadie considera y del cual quien lo sabe no lo puede manifestar por no entrar dentro de sus competencias, cuando debería estarlo. Me explicaré...

La ONU, Estados Unidos, o cualquier país que declare la guerra lo hace y lo expresa políticamente y son los militares los encargados de realizar la misión y de cumplirla. Y hasta que no se cumple esa misión, no se debe acabar la guerra.

En una guerra y más concretamente en el combate ofensivo, existen unas fases bien definidas y que hay que cumplir, algunas son obvias y otras mas complejas, les diré algunas:

Aproximación, Contacto, Ataque, Explotación del éxito y la Persecución.

Y hasta que no se acaban todas estas fases, no se acaba la guerra, aunque se rindan. Y si se rinden en plena Explotación del éxito, hay que continuar con todas las consecuencias hasta que caiga muerto o preso el último reducto e incluso el último insurrecto, por que si no se hace así, las consecuencias suelen ser drásticas como ocurre en la mayoría de los casos, pues éstos, pueden organizarse en lucha de guerrillas ocasionando cuantiosas pérdidas materiales y humanas .

Es decir, si no se acaba un conflicto de esta manera, los que quedan, pueden volver a reorganizarse provocando muchas víctimas, que se hubieran evitado en el caso de ser prisioneros o estar en condiciones de no poder combatir.

Por eso, que las guerras las comiencen los políticos, pero que las acaben los militares, que seguro que en este sentido saben mucho más que cualquier político de turno.

Y ahí lo dejo para que cada uno saque sus propias conclusiones y en su caso, que las comparta a través de su opinión.

sábado, 22 de noviembre de 2008

El amor y la locura

El amor y la locura de Jorge Bucay


De por qué el amor es ciego y la locura siempre lo acompaña.


Una vez se reunieron todos los sentimientos y cualidades de los hombres.


EL ABURRIMIENTO bostezaba, como siempre, cuando LA LOCURA les propuso:


- ¡Vamos a jugar al escondite!


LA INTRIGA levantó la ceja, intrigada, mientras LA CURIOSIDAD, sin poder contenerse,
preguntaba: ¿Al escondite? ¿Y cómo es eso?


- Es un juego -explicó LA LOCURA-, Yo me tapo la cara y comienzo a contar, desde uno hasta un millón. Ustedes se esconden, y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.


EL ENTUSIASMO bailó, secundado por LA EUFORIA.


LA ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a LA DUDA, e incluso a LA APATÍA, a quien nunca le interesaba nada.


Pero no todos quisieron participar.


LA VERDAD prefirió no esconderse. ¿Para qué?, si al final siempre la hallaban.


LA SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido suya).


LA COBARDÍA prefirió no arriesgarse.


- Uno, dos, tres... -comenzó a contar LA LOCURA


- La primera en esconderse fue LA PEREZA que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino.


LA FE subió al cielo. LA ENVIDIA se escondió tras la sombra DEL TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.


LA GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse; cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos.


¿Que si un lago cristalino? Ideal para LA BELLEZA, pensaba.


¿Que si la hendija de un árbol? Perfecto para LA TIMIDEZ.


¿Que si el vuelo de la mariposa? Lo mejor para LA VOLUPTUOSIDAD.


¿Que si una ráfaga de viento? Magnífico para LA LIBERTAD.


Así terminó por ocultarse en un rayito de sol.


EL EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... pero sólo para él.


LA MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris).


LA PASIÓN y EL DESEO se fueron juntos al centro de los volcanes.


EL OLVIDO... se me olvidó donde se escondió... pero eso no es lo importante.


Cuando LA LOCURA contaba 999.999...


EL AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado... hasta que divisó un rosal.


Enternecido, decidió esconderse entre sus rosas.


- ¡Un millón! - gritó LA LOCURA- y comenzó a buscar.


La primera en aparecer fue LA PEREZA, a solo tres pasos de la piedra más cercana.


Después escuchó a LA FE, en el cielo, discutiendo con Dios sobre teología.


A LA PASIÓN y EL DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes.


En un descuido encontró a LA ENVIDIA, y así pudo deducir dónde estaba EL TRIUNFO.


AL EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo, el solito salió disparado de su escondite, que había resultado ser un nido de avispas.


De tanto caminar, LA LOCURA sintió sed; al acercarse al lago descubrió a LA BELLEZA.


Con LA DUDA resultó más fácil todavía: la encontró sentada sobre una cerca, sin decidir aún de que lado esconderse.


Así fue encontrando a todos, AL TALENTO entre la hierba fresca; a LA ANGUSTIA en una oscura cueva; a LA MENTIRA detrás del arco iris (mentira, estaba en el fondo del océano) y hasta EL OLVIDO... que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite.


Pero EL AMOR no aparecía por ningún sitio.


LA LOCURA buscó desesperada, detrás de cada árbol bajo, en el fondo de las lagunas, debajo de las piedras, en la cima de las montañas. Se volvió loca buscando.


Cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal.


Sonriendo, tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas.


De pronto se escuchó un doloroso grito.


¡Las espinas habían herido en los ojos AL AMOR!


LA LOCURA no sabía que hacer para disculparse.


Lloró, rogó, imploró, pidió perdón, y hasta prometió ser su lazarillo.


Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite, EL AMOR es ciego, y...
LA LOCURA siempre lo acompaña.

lunes, 17 de noviembre de 2008

La isla, un bonito cuento...

La isla, Un bonito cuento de Jorge Bucay



Hubo una vez una isla donde habitaban todas las emociones y todos los sentimientos humanos que existen. Convivían, por supuesto, el Temor, la Sabiduría, el Amor, la Angustia, la Envidia, el Odio...Todos estaban allí.


A pesar de los roces naturales de la convivencia, la vida era sumamente tranquila e incluso previsible.


A veces la Rutina hacía que el Aburrimiento se quedara dormido, o el Impulso armaba algún escándalo, pero muchas veces la Constancia y la Convivencia lograban aquietar el Descontento.


Un día, inesperadamente para todos los habitantes de la isla, el Conocimiento convocó una reunión. Cuando la Distracción se dio por enterada y la Pereza llegó al lugar de encuentro, todos estuvieron presentes.


Entonces, el Conocimiento dijo: -Tengo una mala noticia que darles: la isla se hunde.


Todas las emociones que vivían en la isla dijeron: -¡No, cómo puede ser! ¡Si nosotros vivimos aquí desde siempre!


El Conocimiento repitió: -La isla se hunde.


- ¡Pero cómo puede ser! ¡Quizá estás equivocado!


- El Conocimiento casi nunca se equivoca- dijo la Conciencia dándose cuenta de la verdad-. Si él dice que se hunde, debe ser porque se hunde.


- ¿Pero qué vamos a hacer ahora?- se preguntaron los demás.


Entonces, el Conocimiento contestó: - Por supuesto, cada uno puede hacer lo que quiera, pero yo les sugiero que busquen la manera de dejar la isla...Construyan un barco, un bote, una balsa o algo que les permita irse, porque el que permanezca en la isla desaparecerá con ella.


- ¿No podrías ayudarnos?- le preguntaron todos, porque confiaban en su capacidad.


- No –dijo el Conocimiento-, la Previsión y yo hemos construido un avión y en cuanto termine de decirles esto volaremos hasta la isla más cercana.


Las emociones dijeron: -¡No! ¡Pero no! ¿Qué será de nosotros?


Dicho esto, el Conocimiento se subió al avión con su socia y, llevando de polizón al Miedo, que como no es zonzo ya se había escondido en el motor, dejaron la isla.


Todas las emociones, en efecto, se dedicaron a construir un bote, un barco, un velero...


Todas...salvo el Amor. Porque el Amor estaba tan relacionado con cada cosa de la isla que dijo:


-Dejar la isla...después de todo los que viví aquí...¿Cómo podría yo dejar este arbolito, por ejemplo? Ahhh...compartimos tantas cosas...


Y mientras las emociones se dedicaban a fabricar el medio para irse, el Amor se subió a cada árbol, olió cada rosa, se fue hasta la playa y se revolcó en la arena como solía hacerlo en otros tiempos. Tocó cada piedra...y acarició cada rama...


Al llegar a la playa, exactamente desde donde el sol salía, su lugar favorito, quiso pensar con esa ingenuidad que tiene el amor:


“Quizá la isla se hunda por un ratito...y después resurja...¿por qué no?”


Y se quedó durante días y días midiendo la altura de la marea para revisar si el proceso de hundimiento no era reversible... La isla se hundía cada vez más...


Sin embargo, el Amor no podía pensar en construir, porque estaba tan dolorido que sólo era capaz de llorar y gemir por lo que perdería.


Se le ocurrió entonces que la isla era muy grande, y que aun cuando se hundiera un poco, siempre él podría refugiarse en la zona más alta...


Cualquier cosa era mejor que tener que irse. Una pequeña renuncia nunca había sido un problema para él. Así que, una vez más, tocó las piedrecitas de la orilla...y se arrastró por la arena...y otra vez se mojó los pies en la pequeña playa...


Luego, sin darse cuenta demasiado de su renuncia, caminó hasta la parte norte de la isla, que si bien no era la que más le gustaba, era la más elevada... Y la isla se hundía cada día un poco más...


Y el Amor se refugiaba cada día en un espacio más pequeño...


- Después de tantas cosas que pasamos juntos...- le reprochó a la isla. Hasta que, finalmente, sólo quedó una minúscula porción de suelo firme; el resto había sido tapado completamente por el agua.


Justo en ese momento el Amor se dio cuenta de que la isla se estaba hundiendo de verdad. Comprendió que, si no la dejaba, el amor desaparecería para siempre de la faz de la Tierra...


Caminando entre senderos anegados y saltando enormes charcos de agua, el Amor se dirigió a la bahía.


Ya no había posibilidades de construirse una salida como la de todos; había perdido demasiado tiempo en negar lo que perdía y en llorar lo que desaparecía poco a poco entre sus ojos.


Desde allí podría ver pasar a sus compañeros en las embarcaciones.


Tenía la esperanza de explicar su situación y de que alguno de sus compañeros le comprendiera y le llevara.


Observando el mar, vio venir el barco de la Riqueza y le hizo señas. La Riqueza de acercó un poquito a la bahía.


-Riqueza, tú que tienes un barco tan grande, ¿no me llevarías hasta la isla vecina? Yo sufrí tanto la desaparición de esta isla que no pude fabricarme un bote...


Y la Riqueza le contestó: - Estoy tan cargada de dinero, de joyas y de piedras preciosas, que no tengo lugar para ti, lo siento...- y siguió su camino sin mirar atrás.


El Amor siguió observando, y vio venir a la Vanidad en un barco hermoso, lleno de adornos, carteles, mármoles y florecitas de todos los colores. Llamaba muchísimo la atención.


El Amor se estiró un poco y gritó: -¡Vanidad...Vanidad...llévame contigo!


La Vanidad miró al Amor y le dijo: - Me encantaría llevarte, pero...¡tienes un aspecto!...estás tan desagradable...tan sucio y tan desaliñado!...


Perdón, pero creo que afearías mi barco- y se fue.


Y así, el Amor pidió ayuda a cada una de las emociones. A la Constancia, a la Sensualidad, a los Celos, a la Indignación y hasta al Odio. Y cuando pensó que ya nadie más pasaría, vio acercarse un barco muy pequeño, el último, el de la Tristeza. -


Tristeza, hermana- le dijo-, tú que me conoces tanto, tú no me abandonarás aquí, eres tan sensible como yo...¿Me llevarás contigo?


Y la Tristeza le contestó: - Yo te llevaría, te lo aseguro, pero estoy taaaaaan triste....que prefiero estar sola- y sin decir más se alejó.


Y el Amor, pobrecito, se dio cuenta de que por haberse quedado ligado a esas cosas que tanto amaba, él y la isla iban a hundirse en el mar hasta desaparecer.


Entonces se sentó en el último pedacito que quedaba de su isla a esperar el final...


De pronto, el Amor escuchó que alguien chistaba: -Chist- chist-chist... Era un desconocido viejito que le hacía señas desde un bote de remos.


El Amor se sorprendió: -¿A mi?- preguntó, llevándose una mano al pecho.

- Si, si- dijo el viejito- a ti. Ven conmigo, súbete a mi bote y rema conmigo, yo te salvo.


El Amor le miró y quiso darle explicaciones: - Lo que pasó fue que me quedé...

- Entiendo- dijo el viejito sin dejarle terminar la frase-, sube.


El Amor subió al bote y juntos empezaron a remar para alejarse de la isla.


No pasó mucho tiempo antes de ver cómo el último centímetro que quedaba a flote terminó de hundirse y la isla desaparecería para siempre. -


Nunca volverá a existir una isla como esta- murmuró el Amor, quizá esperando que el viejito le contradijera y le diera alguna esperanza. - No – dijo el viejito-, como ésta, nunca.


Cuando llegaron a la isla vecina, el Amor comprendió que seguía vivo. Se dió cuenta de que iba a seguir existiendo. Giró sobre sus pies para agradecerle al viejito, pero éste, sin decir una palabra, se había marchado tan misteriosamente como había aparecido.


Entonces, el Amor, muy intrigado, fue en busca de la Sabiduría para preguntarle:


-¿Cómo puede ser? Yo no lo conozco y él me salvó...

Nadie comprendía que me hubiera quedado sin embarcación, pero él me ayudó, él me salvó y yo no ni siquiera se quién es...


La Sabiduría lo miró a los ojos un buen rato y dijo:


- Él es el único capaz de conseguir que el amor sobreviva cuando el dolor de una pérdida le hace creer que es imposible seguir adelante.


El único capaz de darle una nueva oportunidad al amor cuando parece extinguirse.


El que te salvó, Amor, es el Tiempo.


(Jorge Bucay).

domingo, 16 de noviembre de 2008

NO a la pornografía infantil

NO a la pornografía infantil

Sumándome a la idea de que el día 20 se hiciera un post relacionado con la pornografía infantil y en el ánimo de seguir a esta iniciativa, hablaré un poco de este tema tan lamentable, aunque me indigna, me enfada y me causa dolor.


Y lo considero lamentable porque las mentes podridas y corruptas de estos individuos impresentables, abusan de inocentes para fines sucios que todavía no he llegado a comprender que pueden sacar de todo eso. Bueno sí, además del vicio, otros el sucio dinero.


Y es que estos engendros que buscan y acumulan fotografías y videos de niños, de estas criaturas a las cuales ya le habrán ocasionado un trauma de por vida, se esconden tras la máscara de un buen padre de familia, de un buen vecino educado, de un funcionario o de un señor de sesenta años entre otros...


No hay un patrón que defina exactamente a los que en la red buscan esta clase de material y es por lo tanto mucho más difícil acabar con esta lacra.


Es una pena que en pleno siglo XXI hayan salido a la luz y a través de este nuevo medio otro tipo de delincuencia oculta. Y esperemos que los Cuerpos de Seguridad del Estado sigan con el desmantelamiento de estas redes pederastas y con la persecución de la pornografía infantil hasta su exterminio y erradicación.


Espero también, que esta iniciativa sensibilice y conciencie a más de uno, que tomen otro camino, que visiten a su médico o psicólogo y le expongan su problema, porque quizás ahondando en su mente podría llegar a saberse el por qué de esa asquerosa fijación con los desprotegidos niños y tal vez le den una solución para que vea a los niños como lo que son, niños y no objetos de nadie.
Y si no es posible una solución, espero que al igual que muchos violadores piden la castración, estos despojos de la humanidad, pidan libremente que les quiten los ojos si no son capaces de dejar a los niños en paz.


Ojalá que los que persistan en esta actitud lamentable, paguen su corrupción, sean juzgados públicamente y fotografiados para que sean bien reconocidos y para que puedan ser señalados con el dedo de por vida y vistos como desechos de la humanidad.

viernes, 7 de noviembre de 2008

La depresión, el fruto podrido de nuestras penas ocultas...


La depresión, el fruto podrido de nuestras penas ocultas...



Hoy espero que me perdonéis y me salgo de la línea habitual y del guión que tengo marcado en relación con algunos temas. Temas conflictivos sin duda y que en todos los casos suelen haber diferentes opiniones e incluso discrepancias difíciles de acortar.

De todas formas, intento ver los problemas desde un punto de vista imparcial, aunque debo de confesar que en muchas ocasiones me resulta casi imposible.

No tengo siempre razón y acepto criticas de todo tipo, pero no acepto descalificaciones personales por la opinión, pues todos tenemos el derecho de manifestarla siempre y cuando no caigamos en el insulto y en el menosprecio.

Hoy quiero abordar un tema que está en nuestro entorno, en nuestra sociedad y en el ciudadano.

Voy a tocar un tema actual que padecen muchas personas, la depresión. Aunque no soy médico y sólo cuento con las opiniones de muchas personas que la han padecido, de las personas que los rodean e incluso de algún médico amigo mio.

Todo esto unido a lo que he leído sobre este asunto, me lleva a dar mi humilde opinión esperando que mis apreciaciones, que no son ni diagnósticos ni métodos de curación, al menos puedan ser objeto de crítica, conversación y opiniones.

Espero no decepcionar...

Las diversas situaciones que atravesamos en nuestras vidas, algunas de las cuales malas, traen consigo unos cambios en nuestra forma de ser, de pensar, de relacionarnos que con el tiempo nos pueden pasar factura y actúa a modo de enfermedad grave y que perjudica tanto al que la padece como a cuantos están a su alrededor.

La muerte de seres queridos, decepciones, sentimentales, en el ámbito laboral, el estrés, cambios de actividades o de lugar e incluso esas cuestiones inconfesables que todos tenemos y que siempre nos rondan en el pensamiento, hacen que en un momento determinado caigamos en una depresión.

La depresión nos lleva a un estado de ánimo en el que nos sentimos hundidos, infravalorados, sucios, apenados, con cambios de humor brusco y viéndolo todo negro y en un pozo sin salida.

A veces muchas personas debilitadas en sus principios disfrazan esa sintomatología apoyándose en el alcohol, las drogas e incluso el juego, factores que lo único que hacen es acrecentar ese mal o enfermedad.

Es tal el estado y el malestar que se siente, que a veces muchos piensan en el suicidio como única salida.

Normalmente quien se encuentra en un estado depresivo no está a gusto en ningún sitio y suele discutir por lo más mínimo e incluso hace la vida imposible a la familia y a cuantos les rodean.

La única forma de salir adelante es hacerle frente y poner de su parte para curarse ayudándose de la medicación necesaria para acabar con los síntomas de la depresión. Y la ansiedad, que también juega un papel importante...

Aconsejable es también hacer lo que uno quiere hacer y no imponerse obligaciones que lo único que le van a causar es mayor malestar.

Es bueno que quienes rodeen a la persona que la padece, presten todo su apoyo, cariño y comprensión para salir cuanto antes de este estado.

Mi consejo es que en estos tiempos que corren en el que se acrecientan los problemas familiares, afectivos y económicos, es estar preparados para que cuando veamos que nuestro estado de ánimo está por los suelos y no vemos salida a nuestros problemas, acudamos a nuestro médico, el cual nos podrá aconsejar e incluso detectar si verdaderamente lo que tenemos es un estado depresivo, de ansiedad o algún tipo de conflicto bipolar.

La medicación que existe hoy día es efectiva en más o menos tiempo, dependiendo de la patología y la gravedad del caso en cada paciente. Y por supuesto hay muchos profesionales especialistas en tratar este tipo de enfermedades que aunque algunos son caros, los resultados suelen ser óptimos.

En resumidas cuentas, al primer síntoma a tu médico, que te orientará y en caso de padecer una depresión o un estado ansiolítico, acudir al psiquiatra o al psicólogo pues los dos lo tratan. El primero el psiquiatra en el plano físico y con medicación. El segundo, el psicólogo en el psíquico, que te ayudará a ordenar tus ideas, tu forma de vida, tus costumbres y como afrontar y superar ese estado para su curación.

Pero sobre todo a quienes rodean a la persona afectada por una depresión , que entiendan que es una enfermedad, que se armen de mucha paciencia, pues pueden ser incluso insultados o mal correspondidos, mucho apoyo, mucha comprensión y ayuda.

Muy importante bajo mi punto de vista es procurar en lo posible, para evitar males mayores, como el intento de suicidio en sus diferentes formas, que en todo momento esa persona, este vigilada y acompañada.
Y quien a lo largo de su vida lo vaya a padecer, que sepa que se sale, que no todo acaba ahí. Y que cuando pasé el tiempo, lo pasado sólo será un mal recuerdo que le servirá para apreciar más la vida y a los suyos.

Európides
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martes, 4 de noviembre de 2008

Ve al paro que te pago la hipoteca...


Cada vez que veo una noticia de estas dimensiones más me doy cuenta de que nadie toma nota de lo que debe hacer el país. Y es que alguien ha tenido la feliz idea de pagar la mitad de la cuota de la hipoteca de los que se encuentren en el paro.

Esta medida, que más que una medida es un propósito de desajustar las cuentas del Estado, es la manera más desafortunada de romper los principios de igualdad y justicia.

Nunca he hablado de mi en este blog, pero como viene al caso les contaré una breve historia...

Allá por el año noventa del pasado siglo al trasladarme a vivir a una ciudad costera del Mediterráneo, tuve la idea de comprarme un piso para que fuera mi vivienda habitual en vez de pagar un alquiler que lo veía como tirar dinero a fondo perdido.

Por aquel entonces, los intereses de los créditos hipotecarios estaban por el catorce por ciento y me salía a pagar más de la mitad de mi sueldo.

A duras penas, mes a mes iba pagando las letras del préstamo hipotecario, llegándonos muy justo el terminar el mes.

La casa estaba bien pero necesitaba una reforma de baño, cocina, acristalamientos de aluminio, puertas...

En dos años, con mucho esfuerzo, sólo conseguimos cambiar la puerta de entrada y una pequeña ventana del aseo.

Recuerdo que un domingo, nos fuimos con el coche a pasear por un mercadillo con los crios pequeños, para pasar la mañana distraidos, pero sin gastar apenas nada excepto cuatro chucherías. Sin embargo hicimos el mes pues nos pusieron una buena multa por aparcar en el arcén.

A apenas un kilómetro de donde vivía, empezaron a entregar unas viviendas nuevas con todas las comodidades del mundo, zona de recreo y mis ansiadas ventanas de aluminio que quería para mi casa.

Estas casas, prácticamente las regalaban a personas que lucían grandes collares de oro, buenos coches y que siempre que iba de paso por allí, se podían permitir el lujo de estar todo el día en el bar consumiendo "a tutti pleni", cuando mientras tanto yo, el único sitio que me podía permitir era el ir con mi familia a la playa o al campo cargado con mesas, sillas, nevera, sombrilla, palas cubos, barcas hichables, manguitos y un largo etcétera.

Fue ahí cuando me di cuenta de mi gran error. Porque mi error fue el no estar en el paro, el no dedicarme al contrabando o a la droga, el no trabajar cobrando en negro para que me dieran un piso gratis, el no ser un sinverguenza o un ladrón. Ya que si hubiera sido algo de eso, se hubieran portado mucho mejor conmigo.

Y antes lo hicieron, pero como no aprenden, ahora lo van a hacer otra vez. Les van a dar dinero a unos sí y a otros no.

Y no digo con esto que no los ayuden, lo que digo es que miren bien a quien ayudan y que no se olviden de los demás, porque esos otros que a lo mejor callan, también necesitan que se les eche una mano, pues esas prestaciones discriminan a unos en favor de otros y eso Señores del Gobierno, no está nada bien.

Si miran en mi blog cuatro o cinco artículos mas hacia abajo, verán que les hablo del paro, de las prestaciones y de las medidas sensatas y justas que deberían de tomar, porque el paro es injusto.

Y en vez de pagar el Gobierno la mitad de esas hipotecas, estudien las medidas que sean necesarias para que si alguien que se encuentra en el paro, tiene una hipoteca, tenga la posibilidad de que los bancos, le permitan un periodo de carencia a muy bajo interés. Y esa diferencia mínima de interés es la que debería pagar el Gobierno en todo caso y no más, pues derrochar o despilfarrar recursos propios de la Nación, sólo puede traer consigo una gran recesión de las que al Gobierno, por sus malas gestiones, luego no les gusta comentar.
Empiecen a ser más justos y equitativos, dejando de regalar a unos lo que le quitan a otros.
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lunes, 3 de noviembre de 2008

Periodistas oportunistas de profesionalidad dudosa...




Periodistas oportunistas de profesionalidad dudosa...




Algunos periodistas, en su afán de ser más conocidos y estar en las noticias más leídas y comentadas de la actualidad, rebuscan temas en los cuales, sin importarles las consecuencias que pueda tener, se jactan, realizando preguntas, cuyas respuestas son obvias. Estas preguntas a personas de renombre las realizan con un único fin, que estas celebridades sean cuestionadas dividiendo a la sociedad y poniéndolas en entredicho.


Estos o estas periodistas, por muy poca experiencia que tengan, saben que si a una persona de ideología cristiana, se le pregunta sobre cuestiones matrimoniales de homosexuales, la respuesta va a ser la que cualquier cristiano profesante de su religión expresaría, por ser esta práctica contraria a sus principios.


Y si la pregunta va relacionada con el aborto las respuestas y la postura de cualquier persona de tendencia cristiana puede ver en el aborto una práctica que no comparte.


Y es que ante todo hay que respetar y con mucha más razón, si a la persona que se entrevista es a Su Majestad La Reina de España.
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Sin embargo esta periodista, antepone el hacerse un hueco en la fama, antes de que a quienes nos representan cargados de sinceridad, responden a las maquinadas y envenenadas preguntas de la periodista en cuestión, que bajo mi punto de vista, me hace cuestionar su profesionalidad como tal, pues por conseguir su fin es capaz de todo para lograr su malintencionado objetivo.

Pero es que aparte de todo esto, cuando se trata un tema relacionado con las bodas o casamientos de homosexuales, si no estás de acuerdo, tachan a la persona de sexista y anticuada cuando no es así.

El que en ciertos países se permita que personas del mismo sexo convivan, se casen, es decir, que vivan en la misma casa con el derecho al roce que por mutuo consentimiento quieran, no significa que sean un matrimonio.

Y es que un matrimonio es la unión de dos personas de diferente sexo que se quieren y que se aman, para llegar a la procreación, atención y educación de sus futuros hijos. Y no es la unión de dos personas del mismo sexo, eso no es matrimonio, es como llamar a una bicicleta, coche y a un coche, tren. No, lo que no es, no se puede ni se debe consentir ni disfrazar.

El consentimiento de que los homosexuales al fin puedan formar “una familia”, no es otra cosa que el ánimo de ciertos políticos de atraer cuando las urnas, al mayor número de votantes para su partido.No debemos confundir libertad con hacer lo que nos da la gana.

Veo muy bien que si dos personas del mismo sexo quieren vivir juntos que vivan, pero no me digan que por ley van a tener hijos juntos porque eso es imposible.

Aténganse a las realidades y dejen ya de vivir en un mundo de ficción que solamente trae consigo confundir a toda la sociedad. Porque como sigamos así, un día cualquier persona que se compre una parcela de 100 metros cuadrados, va a pedir la independencia como en cierto anuncio y formará un país con su familia y “amígueles“.


Que nadie pretenda que la Iglesia Católica o la Ortodoxa, algún día celebre un matrimonio entre homosexuales, porque eso, quieran o no quieran, para la Iglesia, va contra natura y contra los principios fundamentales del hombre y de la naturaleza.


Que nadie pretenda que la Iglesia Católica o la Ortodoxa, algún día admitan el aborto o admitan acabar con una vida, porque nunca lo admitirán y lo condenarán.


Si los homosexuales quieren vivir juntos que vivan juntos, si quieren arreglar su situación para constar como pareja, pues que consten como pareja, pero que no se cuestione más el concepto de matrimonio y más aún, cuando es porque una oportunista venida a menos trate por todos los medios y de forma poco profesional, con artimañas y argucias, vender sus libros.