
Gran expectación levantó el nombramiento de Barack Obama como nuevo presidente de los Estados Unidos y grandes eran las esperanzas que muchos habíamos puesto en él.
Si embargo, nadie tiene una varita mágica para cambiar todo lo que vemos que está mal y que necesita un cambio urgente.
Para colmo de males, le pilló una de las mayores crisis mundiales y unas situaciones bélicas largas y costosas de difícil solución.
Tuvo que empezar a fortalecer el sistema financiero, que de no ser por la inyección presupuestaria, habría llevado a la quiebra a miles de empresas y arrastrado a otras de muchos países. Y para que esto no vuelva a pasar en su país, las grandes entidades serán inspeccionadas por el gobierno, dando protección y seguridad para que esto no vuelva a ocurrir.
Han pasado seis meses, y aparentemente nada ha cambiado, pero sólo eso, aparentemente...
En cuanto a Latinoamérica, aprovecha cualquier ocasión para hablar en español y se muestra partidario del bilingüismo.
Abre de nuevo las puertas a Cuba, como esperando que este paso suyo, sea un paso de Cuba al aperturismo y a la transición hacia la democracia, que será difícil, pero al dar ese primer paso de suspender el bloqueo durante seis meses, abre las puertas a las relaciones bilaterales, donde podrá tratar abiertamente el tema con los cubanos, cuando antes era impensable.
Y aunque manifestó una postura de apoyo hacia el depuesto presidente hondureño y esto le está trayendo duras críticas, sigue intentando un acercamiento para no romper relaciones ante las provocaciones de Chávez y continúa alineándose con países que apoyan a Cuba, como Venezuela, Bolivia y Nicaragua, que son los que más atacan la actuación norteamericana en cuanto a su política mundial.
Esto es un síntoma inequívoco de buscar buenas relaciones con todos los países de Latinoamérica a toda costa, aún cuando su postura, sea muy criticada en su país.
En África, se ha fijado principalmente en dos países, en Ghana y en Marruecos.
El primero, Ghana, un país con asentada democracia, le ha servido para decirle al resto de los países africanos, cual es la clave para que puedan recibir cuantiosas ayudas y en la reunión del G-8, se ha acordado un fondo de 20.000 millones de dólares para luchar contra el hambre en África.
Respecto a Marruecos, recordemos que sigue inmerso en el conflicto del Sahara Occidental, que considera que debe anexionarse a Marruecos como una provincia más y no, que sea otro país, como pretenden los saharianos con la proclamación de la RASD (República Árabe Saharaui Democrática).
Al monarca aluita, Mohamed VI, ni a sus políticos, le ha hecho gracia que no manifieste una postura positiva hacia las pretensiones marroquíes, pero Obama consigue una reunión tras más de año y medio sin negociaciones.
Aunque el verdadero interés de Obama, se centra en el papel que puede llegar a tener Mohamed VI, por ser el presidente del Comité Al Qods de Jerusalem, en las negociaciones en Oriente Medio.
Por último recalcar, que está tendiendo una mano al diálogo con Irán, que no ha atendido a las constantes provocaciones de Corea del Norte, con el empleo de armas nucleares y que ha conseguido llegar a un acuerdo con Rusia, para un desarme estratégico con una cuantiosa disminución de armas nucleares cuyo tratado será firmado en los próximos días.
Al parecer, sí está haciendo algo, porque está buscando intensificar las buenas relaciones e incluso restablecer las perdidas. Y eso amigos, es un paso muy importante que ningún otro presidente había dado hasta el momento.
Por eso pienso que aunque lento, lleva paso firme y está asentando las bases para una mejor convivencia y bienestar.
¿Habrá leído la carta que le mandé?Creo que sabe lo que hace y lleva buen juego, Obama lleva póquer y espero, por el bien de todos, que sea de ases.