La paz y el hambre en el mundo.

Si tuviera que hacer una petición de deseos o una carta a los Reyes Magos, aparte de salud, dinero, felicidad y amor, dejando de ser egoísta y pensando en los demás, empezaría por dos cuestiones importantes: Acabar con el hambre y la paz mundial.

Hoy día, tal y como está enfocada la situación es un imposible y para cambiar este imposible sólo se me ocurre que para llegar a la paz mundial y acabar con el hambre en el planeta, lo único que podría solucionarlo es un nuevo orden mundial y que todos los países del mundo estuvieran dirigidos por un Poder mayor o superior representado por todos los países que existen en el mundo y en la cuantía de miembros proporcional al número de habitantes de cada país.

Esto sería como un gran parlamento que trabajara para todos y que redistribuiría los recursos de tal forma que las zonas más desfavorecidas, verían como se van equiparando a los países más desarrollados y todos por una misma labor, por una sola patria, por el mundo.

No habrían guerras, la industria armamentística ya no sería necesaria y estaría enfocada hacia algún tipo de disturbio entre pequeños colectivos, pues ya no habrían fronteras que defender ni muros que proteger.

Una sola política, una sola economía, una sola justicia, libertad de lengua, de religión, de opinión, de prensa...

En donde todos los sectores de la población mundial tendrían su voz y su voto, donde todos seríamos igual de importantes al margen de que tengamos más o menos riquezas, donde no habría distinción ni por razón de sexo, de raza, de expresión y en donde no tendría razón de existir un régimen opresor por parte de los autócratas o dictadores.

Un lugar donde se iban a respetar y hacer respetar los derechos humanos, los derechos de la mujer, donde se iba a tener el derecho y el deber de ser un buen ciudadano, basado en el respeto, en la tolerancia, en la educación de todos para un mismo fin, vivir en paz, vivir tranquilo, ver nacer, crecer y educar a tus hijos con el apoyo de la sociedad...

Ser libre, independiente, conviviendo en una sociedad sana y con recursos para todos, que se preocupa de sus semejantes, que investiga para el bien común en todos los campos, en donde todos tienen cabida, los más pobres, los más ricos, todos...

Pero este es sólo el primer punto de una carta a los Reyes Magos que dista mucho de la realidad y que además es un imposible por las marcadas diferencias políticas, religiosas e incluso el odio que reina entre enemigos naturales de los que la historia nos ha ido dejando su huella.

Os dejo para vosotros la tercera petición o que propongáis en esta carta de los deseos otros que tal vez sean tan buenos como éstos los serían para mi.