La inhumana humanidad

Hoy no voy a escribir de que existe hambre en el mundo y no se hace lo suficiente para evitarlo, eso ya lo sabemos.

Ni de las injustas guerras que empiezan los políticos y hacen pasar calamidades a quienes las sufren.

Ni del calentamiento global del planeta, cuando muchos países no hacen nada por evitarlo y probablemente en el futuro producirán catástrofes naturales de consecuencias imprevisibles que traerán consigo éxodos forzados por fenómenos de la naturaleza.

Ni de las injustas dictaduras que oprimen a los ciudadanos de algunos pueblos y que a su vez son castigados por embargos para que tengan menos recursos.

Ni de la crisis provocada por la dependencia y las malas gestiones de empresas, bancos y algunos gobiernos que alimentando la especulación, han endeudado de por vida a millones de personas.

Ni de los impuestos que gravan los productos de primera necesidad que no deberíamos pagar los ciudadanos y sí las empresas.

Ni de exigir y demandar la cadena perpetua para terroristas y otros asesinos.

Ni de la mal aplicada jurisprudencia que consiente que por un mismo delito muchas condenas sean diferentes.

Ni de la mala educación que es fruto del periodo de transición y carencia de enseñanzas morales, éticas y humanas que ahora están empezando a pasar factura en nuestra sociedad.

Ni de los malos tratos, cuando nadie piensa en desterrar a los maltratadores para evitar que personas indefensas mueran en manos de éstos.

Ni de la violencia de género, que nadie evita, ni estudia, ni toma medidas serias para evitarla.

Y no es por falta de ganas, es sencillamente porque todo eso da igual a quienes lo pueden evitar y no hacen nada al respecto.

Debe de ser que al parecer, hay cosas mucho más importantes que todo eso...