viernes, 26 de junio de 2009

El odio sin razón en la política


Tras una etapa en la cual no me apetecía hablar de cuestiones que crean discordia o distintas opiniones, retomo el tema sobre las mal entendidas formas que se emplean para dañar a uno u otro partido político y sus simpatizantes.

Pero antes, para entender en que me apoyo, me gustaría dar una pequeña introducción sobre lo que para mi, ha sido en parte, todos los años que durante mi vida, han ido acompañando a los acontecimientos, antes y después del Franquismo y la llegada de la democracia española.

En España, aunque se vivía con los ojos cerrados durante el franquismo, nadie era capaz de estar abiertamente en contra del régimen, porque entre otras cosas se jugaba el ir a la cárcel y probablemente con más de alguna paliza como poco.

Pero no era el sentir general, todo el mundo vivía como podía y quería, pero eso sí, sin salirse del tiesto. (Algunos sólo se quedarán con esta frase y la anterior...)

Había más seguridad ciudadana, menos robos, menos crímenes, menos productos, menos necesidades en nuestras vidas. Pero también había menos libertad de expresión, menos libertad de sexo, de religión, de opinión...

Menos derechos para la mujer o casi ninguno y menos libertad en los medios de comunicación, que debían pasar por la censura y escribir sólo aquello que la dictadura permitía, como pasa hoy día en Cuba o en Marruecos, en donde la prensa, la radio, la televisión e incluso internet, están manipuladas y dirigidas a no entorpecer los fines de censura que persiguen y consiguen.

Pero aún así, Franco era idolatrado y querido. De hecho y para muestra, sus apariciones eran bien recibidas e incluso cuando su muerte, cientos de miles de personas pasaron para rendir un último homenaje para quien fue su caudillo.

La transición fue delicada y el Rey Don Juan Carlos, supo dar los pasos necesarios para que ésta se llevara a cabo de tal forma, que poco a poco la sociedad española, se fuera adaptando a la nueva etapa que le tocaba vivir a la nueva España.

Para ello contó como tenía que ser, con los de antes y con los de después, con los que estaban dentro y con los que estaban fuera en el exilio.

Supo manejar a todos y mover los hilos de tal forma, en la que nadie se pudiera sentir desplazado, derrotado, hundido o apartado del nuevo proyecto que se avecinaba. Porque lo tenía fácil. Para él hubiera sido muy sencillo seguir los pasos de Franco y continuar con una monarquía absoluta sin aperturismos, como en Marruecos y en la que no tendrían cabida ni los exiliados, ni los contrarios al régimen franquista. Pero por suerte para España no lo hizo.

Hizo lo que más riesgo le suponía, el dar paso a la democracia y asentar las bases bajo su mandato, promulgando y sancionando incluso la Constitución, la cual, ha de acatar y respetar como Rey.

Supo rodearse de los mejores políticos de dentro y de fuera, se ganó el apoyo de los militares y de todos los influyentes y garantizó la soberanía, la integridad territorial y el ordenamiento constitucional.

El mundo estaba pendiente de España y de la actitud de los españoles, pero el Rey Juan Carlos, supo ganarse el apoyo incondicional y la confianza de todos.

Lo importante y lo más grande de todo esto, es que se dio cabida a todos y todos pudieron elegir posteriormente por su ideología, qué partido político le era más afín y a quien votar libremente en las próximas elecciones.

Una amplia mayoría y ante el gran cambio, se decidieron por los partidos de centro, como UCD (donde se encontraban muchos que vivían en España y apoyaron a Franco).

Otros se decidieron por AP (donde se encontraban muchos que vivían en España y apoyaron a Franco).

Otros se decidieron por el PSOE (donde se encontraban muchos que vivían en España y apoyaron a Franco).

Otros por el PC (donde se encontraban muchos que vivían en España y apoyaron a Franco).

Y por último, otros, siguieron el camino del extremismo de izquierda o derecha (los menos) y hoy día continúan ahí, en esos extremos y con esas tendencias.

Vengo a decir esto, porque que sepamos, todo el mundo tuvo su sitio y todo el mundo tuvo según sus ideas, un partido al que seguir.

Y unos venían del antiguo régimen y se pasaron a uno u otro partido libremente, al igual que los que estaban en el exilio, pudieron hacerlo.

También decía todo esto porque quería dejar claro, que todos aquellos que convivieron durante el franquismo en España, no son franquistas ni son fascistas, pues en la España de la dictadura, habían ciudadanos con tendencias Franquistas o incluso fascistas, que son los menos y hoy día puede que se encuentren en partidos de ultra derecha.

Habían republicanos, dentro y fuera de España, que unos se afiliaron en su día al partido comunista o al PSOE, yéndose los más radicales a partidos de ultra izquierda, pero como en el caso anterior, éstos fueron los menos.

También habían bandas armadas como el GRAPO o ETA, que parecía que estaban en contra del régimen franquista y lo que estaban es en contra de todo el mundo.

Por todo esto, es incomprensible, que después de treinta y tantos años, sigan nuestros políticos y nuestros propios conciudadanos, con descalificaciones peyorativas a los militantes y simpatizantes de los partidos de derecha, centro o izquierda, pues la ideología de todos ellos, nada tiene que ver con lo anterior.

Aunque en su momento se contara con la ayuda y colaboración de políticos que incluso fueron ministros de Franco, porque eran eso, políticos que ayudaban a gobernar un país y que después, ayudaron igualmente en la transición sin crear un vacío que tal vez hubiera producido consecuencias desastrosas.

Y esto que pasó, en la que los que procedían del franquismo, se fueron a partidos de derecha, de centro o de izquierda, también hubieron otros que siendo republicanos y antiguos comunistas, se integraron en partidos de izquierda, de centro y de derecha.

Y esa es la grandeza de la democracia, el poder decidir libremente tú mismo a quien le quieres dar tu confianza, aunque a veces, muchos nos arrepintamos de habérsela dado a uno u otro porque no era lo que nos esperábamos.

Por todo esto y como materia importante, justo sería que desapareciera el odio entre militantes de uno u otro partido, ya que de lo que hubo, ya nada queda y todo intento de mezclar fachas y rojos con la política actual es simplemente la impotencia de uno y otro de no haber ganado o ser el único partido, pero eso es malo, porque en una dictadura y con la dictadura amigos, perdemos y perdimos todos.

Európides

10 comentarios:

  1. Ahora lo que hay son muchos, muchísimos reproches por los errores que comete el otro bando, en lugar de intentar solucionar los problemas actuales entre todos. Pero a mi me da la sensación de que su objetivo es desacreditar y poco más, aunque para mi sólo consiguen lo contrario, es decir, que pierda credibilidad el partido que reprocha, además de la del reprochado.

    Quizás sólo se trate de ansias de poder y no haya realmente odio entre los militantes de los partidos, aunque he de decirte que entre los ciudadanos de a pie sí que existen agrias discusiones de política, especialmente en época de elecciones...

    ...Con decirte que apenas hablamos de política en el trabajo, porque siempre acaban los dos o tres mismos casi llegando a las manos...

    ResponderEliminar
  2. Hola amigo
    Rebuscando entre los blogs de la gente que sigue el mio te encontre por casualidad y lo que he visto y leido en el tuyo me suena muchisimo.
    Definir ahora lo que es la democracia a aquellos que recordando a "aquel" aun piensan que aquella fue otra epoca es muy facil. Lo has hecho al poner aqui tu opinión, con eso has hecho más de lo que anyes podia uno incluso pensar por miedo.
    ¿ Gobernar ?
    Eso ya no existe, ahora se llama mandar. La idea de sacar de la crisis al pais, aun teniendo la forma exacta, pasa por estar en el poder, pero esponerla al partido gobernante y que se lleve los laureles NOOOO, antes que se joda el pueblo. Y hablo de cualquiera de los partidos que gobiernen sin distincion.
    Algunos de mis articulos seguro que te suenan de algo. Yo con tu permiso seguire por aqui olisqueando.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Antes la nada, ahora el todo.
    Creo que antes ibamos mal y ahora...peor.No hemos sabido encontrar aquello que decían los latinos " in medio is virtus"
    Me alegro que retomes cuestiones aunque escuezan.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Hola José.
    Tal vez los reproches son fruto de la impotencia que sienten al no tener respuestas y lo utilizan una y otra vez como respuesta a las preguntas que no pueden ni tienen argumentos para contestar.
    Espero socio que tus compañeros tampoco hablen de fútbol, que también se lía parda :)
    Un saludo

    ResponderEliminar
  5. Hola Agustín.
    Bienvenido, he estado echándo y vistazo a tu blog aunque muy por encima, ya entraré con tiempo para ver las cosas bien. Aunque me ha servido de terapia la historia que cuenta el albañil sobre su accidente laboral jejej

    Referente a este tema, es bueno a veces recordarles a todos quienes somos y de donde venimos para que dejen de jugar a decir barbaridades en el Congreso.

    Saludos

    ResponderEliminar
  6. Hola eleternoisatisfecho.
    Es cierto, no se ha sabido buscar un término medio a muchas de las cuestiones que deberían haber tenido otra aplicación, pero no, como antes se hacía esto, ahora hacemos lo contrario, cuando de todo se puede sacar una parte buena y una parte mala.
    Por poner un ejemplo claro... como Franco hizo pantanos, ahora no se hacen más pantanos aunque hagan falta...
    Saludos

    ResponderEliminar
  7. Viendo el odio que hay en el futbol... así somos los humanos, radicales con nuestras creencias. Una educación tolerante nos haría mas libres de odios y pasiones enconadas.

    ResponderEliminar
  8. Hola Asterx.
    Así es y eso es lo que falta en gran medida, educación, porque entre unos y otros se han cargado en la enseñanza esa asignatura que nos enseñaría el respeto, la tolerancia y la educación en sí misma.
    Lo que pasa entre los seguidores del fútbol y de la política, es muy similar y aunque vean una cosa evidente, siempre le llevarán la contra al otro, aunque por dentro sepan que tienen razón.

    Saludos

    ResponderEliminar
  9. Desde luego me impresiona lo bien que has explicado el asunto, lo que hay hoy no tiene que ver nada con el pasado aunque muchos quieran hacer creer lo contrario para ganar y lo que consiguen es dividir a los españoles que no se dan cuenta de que están embarcados en el mismo barco y que o reman todos para el mismo lado (la libertad) o nos hundimos todos por ninguna razón válida.

    ResponderEliminar
  10. Hola rosama.

    Muchas gracias por lo que dices, me alegro que te haya impresionado la forma de decirlo.

    Es lo que dices, que con la división que tenemos, no podremos nunca arreglar todo lo que hay por hacer. Y basta para que uno quiera hacer una cosa para que el otro lo deniegue y viceversa, por lo que está claro, que así nunca se conseguirá ningún logro que sea del gusto de todos.

    Tampoco nos damos cuenta que sin querer, no defendemos nuestros intereses, sino los de los propios partidos y ellos, agradecidos de que les sigamos el juego que no nos conduce a ninguna parte.

    Saludos

    ResponderEliminar