El destino me preparó un camino muy difícil en la vida, pero se equivocó conmigo y ese camino, traté por todos los medios de hacerlo fácil y hasta ahora, lo he ido consiguiendo.
La vida te pone trampas y en algunas se cae o eres más susceptible para caer en ellas sin apenas darte cuenta.
Y ahí llega el problema…
Problema que tal vez tú, tengas la clave para hacerlo más grande o más pequeño. O que la solución a ese problema, esté en manos de otros.
Si la clave la tienes tú, tienes que luchar para conseguir reducirlo o que desaparezca y si está la clave en otros, siempre tienes la opción de tratar también que esa o esas personas, pongan todo su interés en resolverlo.
Y lo que al final queda, es lo que hay que afrontar con voluntad y firme propósito, porque si no, corres el riesgo de hundirte.
De ti depende…
Európides
Tenemos una gran facilidad para complicarnos la vida, incluso en los caminos limpios y despejados, pero descomplicarla no es tarea fácil, sólo falta que las trampas vengan de terceros!
ResponderEliminarEstaría bien que fuésemos objetivos, que analizáramos la situación y encontráramos soluciones que no fuesen peor que la enfermedad. Ojalá el cambio no dependiera de nosotros y si de todos.
Saludos!
Vaya amigo, has vuelto... me alegra..
ResponderEliminaren mi opinión, las claves de nuestra vida... están siempre, siempre en nuestro interior, lo que ocurre es que emprender el viaje para encontrar las claves interiores....no es facíl, necesita de tiemmpo, paciencia, dedicación y sobre todo confianza.
Un abrazo muy fuerte..
Es verdad que nunca vamos a tener el camino del todo despejado como deseamos.
ResponderEliminarCada día debemos hacer lo que podemos.
Y si creemos que podemos podemos.
En último caso, ante la adversidad, tenemos la libertad de elegir la manera de reaccionar y eso puede cambiar mucho la experiencia. De nosotros depende.
Casi siempre dependemos de nosotros mismos. Muchas veces metemos como excusa a los demás cuando algo no nos sale, aunque no siempre son sólo excusas, claro. Hay veces que realmente te están poniendo no sólo trabas, sino directamente la zancadilla, ¡ja, ja, ja!
ResponderEliminarUn saludo, sociópides.
Hola, Matrix. Después de mucho tiempo vuelve al blog, y me alegro.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con JoséGDF en que dependemos de nosotros en última instancia. La vida, el destino o el azar hacen el resto. No lo sé.
Toda la razón, así he salido de todos los problemas hasta ahora. La actitud es fundamental para adoptar la solución mas adecuada. Lo que mas me puedo reprochar es la falta de vista para haberme ahorrado mas de uno.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Alexandre, la verdad es que no podemos elegir y las cosas vienen como vienen. Unas veces las provocamos nosotros y otras veces otros, pero siempre lo bueno es afrontarlas para salir adelante.
ResponderEliminarDe todas formas cuando para tomar una decisión, la meditamos bien primero viendo los pros y los contras, nos podemos evitar errores que luego cuestan de superar.
Saludos.
Hola Estrella Altair, no es que haya vuelto, lo que pasa es que aún estando, como nos pasa a muchos, el tiempo, como mencionas, es nuestro peor enemigo y por desgracia es lo que más nos falta a veces para atender el blog y publicar algo de vez en cuando.
ResponderEliminarAñadiría a lo que has puesto necesario para ese viaje, un poco de sensatez a la hora de tomar una decisión o emprender cualquier cosa.
Un abrazo.
Hola Fran, eso está claro, que la vida no es un camino de rosas.
ResponderEliminarCada uno tiene su particular forma de reaccionar ante cualquier adversidad o problema. Y ahí juega un papel importante nuestra forma de ser y de pensar en esos momentos. La tendencia es normalmente a engordarlos y a hacer un mundo de algo que de una forma o de otra puede tener una sencilla solución.
Y ante lo que consideramos inevitable, siempre tenemos la opción de escoger lo que más nos convenga y sea más benévolo para nosotros.
Saludos.
Hola José, zancadillas nos encontraremos siempre y sobre todo en el trabajo. Ya imagino que sabes que hay quien es capaz de dejar vendido a quien sea con tal de ganar puntos ante otros, que normalmente son los jefes.
ResponderEliminarEsas zancadillas fastidian y molestan, pero las peores zancadillas que le pueden poner a una persona es la que te ponga un amigo y por supuesto la más dolorosa en la caída, la que pueda poner alguien a su pareja, porque ahí además toca a los sentimientos y a nosotros los humanos, eso nos duele más (Toquemos madera, jejej).
Saludópides sociogdf
Hola Armstrongfl, gracias Boss.
ResponderEliminarDependemos de nosotros mismos, eso en la mayoría de los casos está claro. Además casi todo depende de nuestra actitud o de qué forma vamos por esta vida, aunque a veces hay que achacar a la mala suerte algunas cosas, pero también como dicen algunos dichos "El que mal anda, mal acaba" o "el que la busca la encuentra", en esas ocasiones, somos nosotros mismos los que nos metemos en esos berenjenales.
Que no creo que sea nuestro caso, por cierto.
Saludos.
Hola Carlos, eso nos ha pasado a todos, que a veces aprendemos a no meter la pata, a base de la experiencia de haberla metido anteriormente. Y es en la mayoría de los casos lo que nos da la experiencia e incluso la edad, que miramos todo de manera diferente a como lo hacíamos antes.
ResponderEliminarY también se da el caso de volver a caer en la trampa de nuevo o en volver a meter la pata de nuevo en lo mismo, que es como la frase esa de "tropezar dos veces con la misma piedra.
Creo que es muy difícil a veces tomar la decisión más correcta y adecuada, pero tengo claro que la experiencia nos ayuda mucho a tomar decisiones adecuadas en la mayoría de los casos.
Saludos.
DE TÍ DEPENDE
ResponderEliminarUnos obreros estaban picando piedras frente a un enorme edificio en construcción.
Se acercó un visitante a uno de los obreros y le preguntó:
-¿Qué están haciendo ustedes aquí?
El obrero lo miró con dureza y le respondió:
-¿Acaso usted está ciego para no ver lo que hacemos? Aquí, picando piedras como esclavos por un sueldo miserable y sin el menor reconocimiento. Vea usted ese mismo cartel. Allá ponen los nombres de Ingenieros, Arquitectos, pero no ponen los nuestros que somos los que trabajamos duro y dejamos en la obra el pellejo.
El visitante se acercó entonces a otro obrero y le preguntó lo mismo.
-Aquí, como usted bien puede ver, picando piedras para levantar este enorme edificio. El trabajo es duro y está mal pagado, pero los tiempos son difíciles, no hay mucho trabajo y algo hay que hacer para llevar la comida a los hijos.
Se acercó el visitante a un tercer obrero y una vez más le preguntó lo que estaba haciendo. El hombre le contestó con gran entusiasmo:
-Estamos levantando un Hospital, el más hermoso del mundo. Las generaciones futuras lo admirarán impresionados y escucharán el entrar y salir constante de las ambulancias, anunciando el auxilio de Dios para los hombres. Yo no lo veré terminado, pero quiero ser parte de esta extraordinaria aventura.
El mismo trabajo, el mismo sueldo, la misma falta de reconocimiento; una misma realidad. Tres maneras distintas de vivirla: como esclavitud; como resignación; como pasión, aventura y desafío.
Piensa que el mundo es un infierno y lo será. Piensa que este mundo es parte del Paraíso y lo será.
Vivir con ilusión, convertir el trabajo en una fiesta, sentirnos parte de las buenas obras...
¡De ti depende!
***
Buscado para éste apartado.
No sé si será correcto y aceptado este escrito, pero yo,desde mi prisma lo he considerado... si estoy en un error, pido disculpas.Solo deseo compartir y en eso creo estar en la línea de todos.
Y sí, es la experiencia y la edad la q nos lleva a aprender y a saber aceptar,comprender,"VER" con otra mirada todo aquello q anteriormente nos trajo hasta este momento.
Sí, la vida no nos pasa en balde ( si sabemos aprovecharla, claro! )
Tengan tod@s una feliz andadura.
Hola Anónimo y muchas gracias.
ResponderEliminarLa verdad es que me ha encantado, porque es cierto que en muchos casos, depende desde el punto de vista en que se mire, para verlo nada, poco o muy favorable. Y además siendo el mismo caso, que es a fin de cuentas algo parecido a ver el vaso medio lleno o ver el vaso medio vacío, conteniendo la misma cantidad de líquido.
Y también es cierto que con casi toda seguridad, será mucho más feliz el tercer obrero, que los otros dos en su día a día, porque unos lo afrontan como si fuese una pesadilla y el positivo como un sueño a realizar y además sintiéndose útil, que eso también es bueno para uno mismo.
Y bueno, además de agradecerte el tomarte la molestia de hacernos llegar este grato relato, comentarte de que has hecho lo correcto porque enriquece a entender un poco más el que a veces, algunos de los problemas que tenemos, tal vez no sean tanto problema, sino que en nuestro interior lo vemos de una forma adversa y demasiado negativa que no nos ayuda en nuestra vida a nada.
Todo depende del cristal con el que se mire, por lo que lo ideal, será mirarlo con uno limpio y transparente para encontrarle mayor luz a aquello que no nos gusta y que hay que hacer.
Que tengas también una feliz andadura. :)
Saludos.