El temor a la Justicia

Lo mejor que nos puede pasar a lo largo de nuestra vida, es no tener ningún problema con la Justicia. Y si lo tienes, que se resuelva con la mayor prontitud y que no te cause mucho daño. Al menos, eso suele pensar cualquiera. Pero claro, vivimos en una sociedad que, a veces, sin querer, nos vemos involucrados en un problema.

La verdad, es que hemos llegado a un punto, en el que a la Justicia, solo le teme aquella persona que es responsable, que respeta a los demás, que sabe distinguir entre lo que esta mal o bien e incluso sabe cuales son sus deberes como ciudadano.

Sin embargo, existen otras personas que actúan al margen de la Ley, robando , matando, violando y delinquiendo en todas sus formas, sin temor a nada ni a nadie. Éstos sujetos, saben que incluso yendo a la cárcel, van a estar viviendo en condiciones óptimas, pues normalmente la pena impuesta, es irrisoria respecto a la fechoría o atrocidad cometida.
La parte triste de todo este asunto, es que además de robarnos o de separarnos para siempre de un ser querido, nosotros, los ciudadanos, seguimos pagándoles unas vacaciones con pensión completa , durante un largo o corto periodo de tiempo.

Pero todo tiene su límite y ya va siendo hora de que se sepa distinguir entre las personas que pueden volver a integrarse en la sociedad y los que no. Entre los que cometen asesinatos y no deben de volver jamás a relacionarse con la población y entre los que cometen un homicidio involuntario y en el futuro puedan llegar, después de cumplir su condena a reinsertarse en la sociedad. Entre un asesino o violador reincidente, que repito, no debería salir jamás de la cárcel, y entre las personas que les gusta vivir en paz y tranquilidad.

Tampoco se debería meter a todos los delincuentes en el mismo saco...
Por eso, las cárceles, tendrían que ser ocupadas solo por personas que en el futuro, tras el cumplimiento de su condena y con un programa de reinserción, puedan volver a incorporarse bajo vigilancia, a la sociedad, a su trabajo, a su familia...

Para los asesinos, violadores y pederastas, sería conveniente crear unos Centros Específicos de Internamiento hasta el fin de sus días, sin beneficio de ocio, recreo o diversión alguno. Pues quien no sabe vivir de una manera racional, no merece beneficiarse de las ventajas de los demás.

Aunque claro, para que esto sea posible, se tendría que cambiar la mentalidad que algunos políticos se han creado de “Estado de bienestar”...
Hay valorar las situaciones, tanto para endurecer las penas y su cumplimiento, como las medidas a adoptar para normalizar la situación de “cadena perpetua” y aislamiento de por vida, que los ciudadanos demandan desde hace tiempo.

Siento vergüenza cuando los medios de comunicación cuentan que a ciertos terroristas o asesinos, les caen cuatro mil quinientos años de cárcel, sabiendo que, una persona no vive mas allá de los cien años, y que como mucho, van a cumplir veinte, treinta años o incluso menos, por la reducción de penas por “buen comportamiento” o “trabajos realizados para redimir condena”.

Siento asco cuando estos delincuentes y asesinos, miran desafiantes a los Jueces y Fiscales, e incluso se permiten reirse y amenazar a las familias afectadas de las matanzas de estos individuos.

Siento, que de una vez por todas, los que están en el Poder, no se sensibilicen con la opinión pública y sigan permitiendo que estas irrisorias penas, sean disfrutadas por estos individuos que no se merecen nada.

Reforma del Código Penal y Procesal. Ahí les dejo una pista, empiecen por ahí...