Denunciar un delito, riesgo total

Denunciar un delito, riesgo total

A lo largo de nuestra vida, es muy posible que tengamos noticias de alguien que ha cometido un delito o incluso hemos podido ser testigos directos de algo relacionado con lo que indico a continuación:

Robos, que sabes que probablemente han sido los que piensas y además los has visto con objetos robados...
Drogas, porque los ves en tu barrio como hacen negocio y ves como le venden a personas que empezarán a estropear sus vidas...
Bandas organizadas, que han pegado una paliza brutal a alguien y continúan con sus fechorías por la calle...
Terroristas, que sabes que lo son y sabes donde se reúnen y con quien se juntan...
Crímenes, que lo has visto a la salida de la discoteca, cuando apuñalaban a aquel joven y mientras yacía en el suelo sangrando los agresores se iban tan tranquilos calle abajo...
Trata de blancas, porque has ido a ese club de alterne y te lo ha dicho alguna de las sometidas...

A partir de haber sido testigo o tener conocimiento de algún hecho delictivo tenemos dos opciones, la primera sería denunciarlo o ponerlo en conocimiento de la Policía Nacional, de la Guardia Civil o de la Policía Local según el caso, siendo así un ciudadano que cumple con su deber como tal y que se preocupa por la sociedad.

La segunda opción es la de no hacer nada y dejar que otros que hayan sido testigos denuncien, si es que hay otros testigos y si no los hay pues nada...

La segunda opción es lamentable, ser testigo de un delito o tener conocimiento de alguna actividad delictiva y no ponerlo en conocimiento de las Fuerzas de Seguridad del Estado, verdaderamente lamentable.

Pero es lo que normalmente pasa en muchos casos. Y esto pasa, por el miedo a las represalias, a los ajustes de cuentas e incluso por las amenazas que puedes empezar a recibir una vez hayas puesto la denuncia.

El miedo a que te puedan hacer daño a ti y a tu familia, eso es lo que te para a poder denunciar libremente un delito, el miedo.

Y verdaderamente, haces bien en tener miedo, pues te la juegas y es posible que te puedan llegar a pasar cosas malas.

Por eso algo falla, no podemos cumplir con nuestro deber de ciudadano porque nos puede pasar algo malo a nosotros o a nuestras familias.

Para evitar esto, la única solución sería que cuando una persona tiene que denunciar un delito, esta persona no debería ser identificada en ningún momento, guardando su identidad para protegerla de cualquier acto de represalia o venganza.

Y aunque forme parte y sea parte importante a la hora de testificar, por razones de seguridad, debería hacerlo aparte, para que en ningún momento se la pueda relacionar a esta persona, como parte en todo el procedimiento.

Formas hay muchas, desde asignarle un número en vez de un nombre, hasta darle un traje de penitente y algún aparato que distorsione la voz.

Eso lo aprendí de los otros malos, de ETA, que cuando comparecen para decir sus barbaridades y sus mentiras, portan esas capuchas para dificultar su reconocimiento.

Pues si ellos, que son unos delincuentes se protegen, más razón hay para proteger a los buenos ciudadanos. Denles protección, que ellos se la merecen mucho más que los delincuentes.

Si esto se llevara a cabo, más de un crimen sin resolver sería resuelto, más de un terrorista sería detenido, más de alguna mafia o banda organizada caería y por supuesto, mucha más justicia se respiraría.

Pero para que esto ocurriese, como siempre, alguien tiene que cambiar lo que el ciudadano no puede cambiar.

Y esa es una tarea más del Gobierno, proteger a sus ciudadanos, esa es la prioridad absoluta, darle protección a quien probablemente te dará el voto, al que se preocupa por una sociedad mejor, a ese, al ciudadano.

En sus manos Señores del Gobierno, está el crear una Unidad de Protección de Testigos en la Policía Nacional y en la Guardia Civil, para que no tengan acceso a estos testigos ni los corruptos si los hubiere...

No tarden mucho Señores del Gobierno en tomar medidas en este sentido, que verán como así, estarán las cosas en su sitio, los ciudadanos no tendrán miedo ni a testificar ni a denunciar. Y muchos que están delinquiendo por nuestras calles y por nuestras ciudades, darán con sus hueso en la cárcel, gracias a su buena labor de dar protección a los testigos.

Las bandas terroristas tendrían sus días contados pues serían delatados...

Las mafias dejarían de actuar en nuestro territorio.

Ya nadie tendría miedo a decir lo que sabe, a decir la verdad.

Pero por favor, no tarden, denles protección ya y libérennos del cupo extra de delincuentes y de todos esos despojos, que a muchas buenas personas, les están haciendo la vida imposible y estas buenas personas, los ciudadanos, se merecen lo mejor...