La crisis del vaso de agua

La crisis del vaso de agua

La situación que se presenta en estos momentos, hace que no deba pasar por alto un problema que marca sin duda la situación mundial actual y en el que la incertidumbre, se hace protagonista produciendo dudas tanto a los inversores como a los países que en la mayoría, se ven afectados.

No quería salirme de España y de sus circunstancias, pero al ser un tema que rebasa nuestras fronteras, intentaré abordarlo con la máxima claridad para que sea entendido y comprendido por todos los lectores.

El problema de la llamada crisis, nace por diversos factores, entre ellos y sin duda uno de los más importantes: las malas gestiones de las entidades bancarias.

Estas entidades bancarias, se han dejado seducir por grandes ofertas provenientes la mayoría de Estados Unidos.

Muchos bancos estadounidenses, durante un tiempo, se han dedicado a conceder préstamos y préstamos hipotecarios a personas sin estudio previo. Personas que con recursos mínimos o sin apenas recursos, se han encontrado de golpe, con alguien que les ofrece dinero a un interés más alto del que gozan en su país, pero sin condiciones y que les permite pagarlo con todas las comodidades posibles.

Hasta aquí todo muy bien, pues a nadie amarga un dulce y más, si te ofrecen y te dan más dinero para hacer frente a los primeros pagos, además de comprarte enseres para tu nueva vivienda. Todo un chollo...

Pero la jugada no acaba aquí, pues estas entidades que se han dedicado a prestar dinero facil y salir a los mercados bursátiles con grandes ganancias, se convierten en un producto muy atractivo para los bancos europeos, que ven que es un buen negocio para sus entidades.

El problema es que los bancos europeos y otros inversores, no se han dado cuenta de que los bancos americanos, han dado dinero de más en cada gestión para asegurarse los primeros pagos, pues los siguientes, ya no los podrán hacer efectivos porque ya no recibirán más dinero de esas personas que han adquirido sus hipotecas.

Pero claro, los bancos europeos eso no lo sabían, pues cuando pides un préstamo aquí, te exigen nómina, propiedades, cierto tiempo como autónomo, aval, etcétera...

Ellos veían un gran negocio, compro por poner un ejemplo a 100, y recibo 180, un gran negocio.

Y ese dinero que han invertido, no ha servido para otra cosa, que para darle a otros bancos ajenos e intermediarios la oportunidad de salir de la precaria situación en la que se encontraban o se iban a encontrar en breve. Y ése, es el dinero que muchos europeos han dejado en manos de sus bancos, en los bancos que confían, los que han hecho malas gestiones y han especulado con las futuras ganancias de estas malas operaciones. Y los que a fin de cuentas, se salvan de la quema y no se les pide responsabilidades, aunque las tienen y graves, por no haber estudiado minuciosamente lo que tienen que hacer con nuestro dinero.

En resumidas cuentas, han metido la pata hasta el fondo. Pero tienen suerte, tienen países que como España, dan la cara por los inversionitas e incluso se comprometen para paliar en lo posible, dando ciertas garantías a los inversionistas y a los que tienen sus ahorros en el banco.

Lo veo muy bien, pero deberían exigir responsabilidades de esas malas gestiones, pues juegan con nuestros ahorros, con dinero de todos y eso es muy grave, porque si es al revés y nosotros no pagamos, las consecuencias son drásticas. Pues que se aqliquen el cuento y les exijan, a las grandes entidades que han metido la patita y cómo no, al pez grande, Estados Unidos, que ha permitido que sus bancos hagan estas grandes estafas.

Un 10 al Gobierno de España por dar la cara y ofrecer soluciones, un cero pelotero a los bancos por sus malas y alocadas gestiones y otro cero o un menos diez a Estados Unidos por permitir que sus bancos saquen al mercado bursátil paquetes de acciones fraudulentos y con trampa, como los que han puesto a disposición de los europeos.

De todas formas, no hay que ser tan alarmistas, probablemente en un par de años todo esto sólo quedará en el recuerdo y en parte servirá de lección a nuestros bancos, que en cuanto no ganan lo que ganaron el año pasado ya lo ven como pérdidas, aun teniendo muchas ganancias.

Por eso les digo eso, que aprendan la lección y miren donde ponen nuestro dinero y por supuesto, aprendan a mirar el vaso al revés, pues contiene la misma cantidad de agua.

Digan vaso medio lleno en vez de medio vacío y se ahorrarán disgustos, pues dentro de sus pérdidas les sobran ganancias. Y por supuesto, no se ahoguen en ese medio vaso de agua, que no es para tanto.

No dejaré al margen la crisis laboral y de algunos sectores como la construcción y el transporte entre otros, que abordaré en otros artículos, pero que sin duda también se encuentran muy afectados y es de suma importancia dar con una solución para paliar en lo posible las graves consecuencias que para muchos supone. Pero por ahora, me quedo con la crisis del vaso de agua, que no es más que un miedo sin fundamento, que hace a todos presagiar una falsa situación insostenible.

Por lo tanto, no nos precipitemos y dejemos a los que nos gobiernan que tomen las decisiones más acertadas para acabar con estas malas gestiones de otros.