Cuantas veces hemos visto un coche aparcado en una acera o en un paso de peatones...
Cuantas veces casi nos atropellan por las prisas de no parar...
Cuantas veces hemos pisado una caca de perro...
Cuantas veces hemos visto que el dueño del perro no la recoge...
Cuantas veces hemos visto a transeuntes tirar papeles al suelo...
Cuantas veces nos hemos encontrado un retrete público con excrementos sin limpiar...
Cuantas veces vemos a gente escupiendo por las calles...
Cuantas veces se orinan fuera de la taza...
Cuantas veces hemos visto dejar tiradas basuras...
Cuantas veces hemos visto a vecinos tirar la basura por la mañana...
Cuantas veces se nos han colado cuando hacemos cola...
Cuantas veces han tirado colillas por los balcones y han quemado los toldos...
Cuantas veces han destrozado un banco para sentarse...
Cuantas veces han hecho pintadas en las fachadas...
Cuantas veces hemos visto a un individuo meando en la vía pública...
Cuantas veces no recogen los restos de un botellón...
Cuantas veces dejan desperdicios tirados en el campo...
Cuantas veces ha pasado una moto y nos ha dejado sordos...
Cuantas veces pone un vecino la música "a toda pastilla"...
Cuantas veces han cortado esa rosa tan bonita en un parque...
Cuantas veces hemos visto apartarse una anciana para que pase un niñato...
Cuantas veces han tocado el timbre de tu puerta para molestar...
Cuantas veces no han ayudado a una mujer con el cochecito de bebe a bajar o subir unas escaleras o del autobús...
Muchas, muchas veces...
Y esto no es nuevo de ahora, sino que parte de una mala educación tanto cívica como social. Y no la tienen porque incluso sus padres, tampoco la recibieron y poco puede educar el que ni sabe ni tiene conocimientos para ello.
En algunos de estos casos, las multas sirven para que ese energúmeno se lo piense, pero no siempre hay un policía detrás de cada energúmeno. Ni siempre vamos a estar recriminando a estos individuos lo que hacen mal, pues nos arriesgamos a que encima o nos chillen e insulten o que incluso nos peguen una paliza.
Pero lo que sí tendriamos que hacer es comprometernos a cumplir lo mejor posible nuestras labores de ciudadano y que pensemos un poco en los demás.
Cuantas veces casi nos atropellan por las prisas de no parar...
Cuantas veces hemos pisado una caca de perro...
Cuantas veces hemos visto que el dueño del perro no la recoge...
Cuantas veces hemos visto a transeuntes tirar papeles al suelo...
Cuantas veces nos hemos encontrado un retrete público con excrementos sin limpiar...
Cuantas veces vemos a gente escupiendo por las calles...
Cuantas veces se orinan fuera de la taza...
Cuantas veces hemos visto dejar tiradas basuras...
Cuantas veces hemos visto a vecinos tirar la basura por la mañana...
Cuantas veces se nos han colado cuando hacemos cola...
Cuantas veces han tirado colillas por los balcones y han quemado los toldos...
Cuantas veces han destrozado un banco para sentarse...
Cuantas veces han hecho pintadas en las fachadas...
Cuantas veces hemos visto a un individuo meando en la vía pública...
Cuantas veces no recogen los restos de un botellón...
Cuantas veces dejan desperdicios tirados en el campo...
Cuantas veces ha pasado una moto y nos ha dejado sordos...
Cuantas veces pone un vecino la música "a toda pastilla"...
Cuantas veces han cortado esa rosa tan bonita en un parque...
Cuantas veces hemos visto apartarse una anciana para que pase un niñato...
Cuantas veces han tocado el timbre de tu puerta para molestar...
Cuantas veces no han ayudado a una mujer con el cochecito de bebe a bajar o subir unas escaleras o del autobús...
Muchas, muchas veces...
Y esto no es nuevo de ahora, sino que parte de una mala educación tanto cívica como social. Y no la tienen porque incluso sus padres, tampoco la recibieron y poco puede educar el que ni sabe ni tiene conocimientos para ello.
En algunos de estos casos, las multas sirven para que ese energúmeno se lo piense, pero no siempre hay un policía detrás de cada energúmeno. Ni siempre vamos a estar recriminando a estos individuos lo que hacen mal, pues nos arriesgamos a que encima o nos chillen e insulten o que incluso nos peguen una paliza.
Pero lo que sí tendriamos que hacer es comprometernos a cumplir lo mejor posible nuestras labores de ciudadano y que pensemos un poco en los demás.
Al Gobierno le toca, en esa nueva asignatura de Educación Social, incluir estos temas, algunos más y sensibilizar a todos los escolares, para que en el futuro sean unos ciudadanos ejemplares.
También al Gobierno y a las Comunidades Autónomas, les toca hacer, una buena campaña a través de los medios de comunicación, en donde se les haga entender a todos los ciudadanos el camino a seguir para una convivencia mejor.
También al Gobierno y a las Comunidades Autónomas, les toca hacer, una buena campaña a través de los medios de comunicación, en donde se les haga entender a todos los ciudadanos el camino a seguir para una convivencia mejor.
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