"EL PUYAZO. CONCURSOS NOCTURNOS.
Presentadora de un 'call tv'.Aunque la justicia ya castigó a algunos de estos espacios de madrugada en los que se anima al espectador a resolver un acertijo con la promesa de suculentos premios, no está de más recalcar al respetable que estamos ante la versión audiovisual del timo de la estampita. Bueno, al parecer sí hay quien gana, pero son las televisiones.
Siguiendo la estela de los grandes científicos que probaron en sus carnes los más poderosos venenos, virus y bacterias, asumí de forma consciente (bueno, en la botella decía algo similar a consciente, pero en escocés) el reto de enfrentarme a varios de estos programas que amenizan la vida de los insomnes y los viciosos. Conclusiones irrefutables: la letra pequeña ya no es pequeña, es casi invisible y circula a toda velocidad por el fondo de la pantalla. No hay notarios ni manos inocentes. Cada llamada cuesta más de un euro y en cuanto te descuelgan y una voz metálica te dice q lo intentes otra vez, te lo cobran. Vaya si te lo cobran.
Afortunadamente, y aunque pueda parecer lo contrario, estos ¿concursos? Están llenos de increíbles matices. Por ejemplo, hay ocasiones en las que parece que estás en mitad de Poltergeist o del exorcista cuando oyes a la animadora –desataviada siempre con fenomenal escote- que exclama: "¡Pronúnciate, pronúnciate!" De verdad que si en ese momento aparece Iker Jiménez me caigo del sofá. Otras, en cambio, apelan a la fibra épica y hasta heroica e inmortal del ser humano cuando, como si del asalto a una trinchera se tratara, gritan: "¡Es ahora o nunca!" Les falta añadir lo de "mis valientes", pero se da por entendido. Luego están las que directamente te echan la bronca: "¡A qué esperas! Que se me acaba el tiempo. ¡Pero llámame!" Por último, mi debilidad son las desvalidas, las que te ponen morritos y te dicen muy melosas que el jefe las va a despedir si no marcas su teléfono. Sinceramente, lo hacen tan bien, lo tienen tan asumido, que no entiendo por qué no enseñan ya las tetas. "
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/05/03/elarrastre/1209801978.html
Presentadora de un 'call tv'.Aunque la justicia ya castigó a algunos de estos espacios de madrugada en los que se anima al espectador a resolver un acertijo con la promesa de suculentos premios, no está de más recalcar al respetable que estamos ante la versión audiovisual del timo de la estampita. Bueno, al parecer sí hay quien gana, pero son las televisiones.
Siguiendo la estela de los grandes científicos que probaron en sus carnes los más poderosos venenos, virus y bacterias, asumí de forma consciente (bueno, en la botella decía algo similar a consciente, pero en escocés) el reto de enfrentarme a varios de estos programas que amenizan la vida de los insomnes y los viciosos. Conclusiones irrefutables: la letra pequeña ya no es pequeña, es casi invisible y circula a toda velocidad por el fondo de la pantalla. No hay notarios ni manos inocentes. Cada llamada cuesta más de un euro y en cuanto te descuelgan y una voz metálica te dice q lo intentes otra vez, te lo cobran. Vaya si te lo cobran.
Afortunadamente, y aunque pueda parecer lo contrario, estos ¿concursos? Están llenos de increíbles matices. Por ejemplo, hay ocasiones en las que parece que estás en mitad de Poltergeist o del exorcista cuando oyes a la animadora –desataviada siempre con fenomenal escote- que exclama: "¡Pronúnciate, pronúnciate!" De verdad que si en ese momento aparece Iker Jiménez me caigo del sofá. Otras, en cambio, apelan a la fibra épica y hasta heroica e inmortal del ser humano cuando, como si del asalto a una trinchera se tratara, gritan: "¡Es ahora o nunca!" Les falta añadir lo de "mis valientes", pero se da por entendido. Luego están las que directamente te echan la bronca: "¡A qué esperas! Que se me acaba el tiempo. ¡Pero llámame!" Por último, mi debilidad son las desvalidas, las que te ponen morritos y te dicen muy melosas que el jefe las va a despedir si no marcas su teléfono. Sinceramente, lo hacen tan bien, lo tienen tan asumido, que no entiendo por qué no enseñan ya las tetas. "
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/05/03/elarrastre/1209801978.html
La pena de todo esto, es que se siga permitiendo, el que día tras día, engañen a muchos ciudadanos incautos pero que obviamente, se saben la respuesta y llaman una y otra vez para intentar conseguir ese premio, casi imposible y ayudaría a su delicada economía.
Por eso deberían estar prohibidos estos abusos legales que lo único que hacen es agrandar la factura telefónica de muchas personas, entre ellas, personas necesitadas y personas con pocos recursos económicos.
El Gobierno debería tomar medidas para impedir estos abusos "legales".
Prohíbanlo de una vez y sancionen a estos programas y a los canales con multas y a ser posible, con una buena temporadita en la cárcel por timadores y estafadores.
y cada noche y en todas las cadenas... es una basura que no para de crecer!
ResponderEliminarkk!